domingo, enero 08, 2006

¿Los Seres Vivos Reflejan Diseño Inteligente?

Una pregunta que ha despertado mucha polémica y considerable confusión. Su dificultad es pura apariencia. Podemos relajarnos porque es fácil distinguir las ideas básicas tras las cortinas de humo.

El argumento de diseño se suele basar en el parecido que hay entre algún aspecto de la realidad y los productos fabricados o generados por el hombre: máquinas,el lenguaje o cualquier soporte de información: video, CD, DVD. En el caso de los seres vivos el parecido con las máquinas es más evidente y, como también tienen soportes de información (ADN, ARN), el argumento parece tener más fuerza.

Como los diseños generados por el hombre son producto de una inteligencia (humana), se infiere que los productos naturales similares también procederán de alguna"inteligencia".

Adicionalmente, se justifica este razonamiento alegando que esa inferencia de diseño inteligente también se hace en la vida cotidiana e incluso en ciencia (arqueologia, investigación forense, etc).

Si sintetizamos, el proceso mental es sencillo:

ser vivo---diseño----inteligencia.

Procedamos a su análisis más detallado:

Al observar los seres vivos podemos ver que en su funcionamiento están compuestos por partes, en ocasiones infinidad de ellas, que funcionan de forma ordenada, coordinada y siguiendo considerables regularidades.

Esas partes de los seres vivos están interrelacionado por complejísimos procesos que, a la vez, interaccionan de forma extraordinariamente eficiente con un medio externo que puede ser muy variado y complicado.

En definitiva, es fácil observar que los seres vivos presentan orden y complejidad.

¿Podemos afirmar que los seres vivos son diseños?

Teniendo en cuenta la anterior descripción, podemos responder que sí. Son tan diseños como cualquier diseño humano y muchas veces los superan en cuanto a autonomía, duración y eficiencia. Muchos biólogos no creyentes están de acuerdo con esto.

Entonces ¿dónde está el problema?

En el afirmar que la explicación de ese diseño es... "inteligencia".

No se puede aceptar la palabra diseño si hacemos implicita la noción de inteligencia. Para evitar esa trampa algunos usan la palabra "diseñoide" para referirse a ese concepto de diseño aplicado a los seres vivos. En realidad, hecha esta aclaración conceptual, no hay problema en aplicar la palabra diseño a los seres vivos.

¿Y por qué es un problema inferir diseño "inteligente"?

Sólo tenemos que preguntarnos:

¿Cómo inferimos diseño inteligente en algo que observamos? ¿Cómo se hace en ciencia?

¿Qué pasos seguimos para inferir diseño inteligente en la vida cotidiana o en ciencia?

A poco que analicemos nos daremos cuenta de que lo que buscamos con esas preguntas son productos fabricados o manufacturados por el ser humano. Para deducir que algo ha sido fabricado por el ser humano seguimos dos pasos interrelacionados:

1-Comparamos el objeto de estudio con productos artificiales fabricados por el ser humano.

Cuanto más parecido es el objeto encontrado a algún producto artificial, más probable es que la inferencia de diseño sea correcta. Ejemplo: infieres que un reloj que te encuentras ha sido diseñado por alguien porque has visto otros relojes iguales o muy parecidos siendo diseñados.

2-Comparamos el objeto de estudio con productos naturales generados por la naturaleza y que sabemos que NO han sido fabricados por el ser humano.

Cuanto más diferente sea el objeto encontrado a los objetos naturales, más probable es que la inferencia de diseño sea correcta. Fijémonos que estos objetos naturales con los que comparamos incluyen los seres vivos.

Con estos criterios podemos inferir o descartar diseño inteligente en la inmensa mayoría de casos.

¿Qué problemas plantean los argumentos de diseño en general y los aplicados a los seres vivos en particular?

Que prescinden del segundo paso quedándose sólo con una comparación o analogía con los productos humanos. Con ello desvirtuamos lo que pueda significar la palabra "diseño inteligente".

¿Por qué?

Porque cualquier cosa podría ser un diseño inteligente. Una piedra, un planeta, un galaxia, un ser vivo, una nave espacial, un gas, un líquido...podrían ser diseños inteligentes porque, en realidad, cualquier cosa, en algún nivel cercano o lejano,puede parecerse a algo artificial fabricado por el ser humano. Al final no sabemos ni de lo que estamos hablando.

Y en realidad ¿dónde está la raíz del problema?

En que no aclaran conceptos básicos que son previos a la detectección de ese diseño inteligente. Son tres cuestiones previas y sencillas que sí que están claramente identificadas cuando detectamos diseño inteligente en ciencia:

1-La inteligencia que queremos inferir: la humana.

2-Conocemos la existencia física y material del sujeto que posee la inteligencia: los seres humanos.

3-Conocemos objetos específicos producto de la inteligencia humana. Todos los productos artificiales.

En su formato habitual, cuando detectamos diseño inteligente tenemos claro que buscamos productos fabricados o manufacturados por el ser humano. Obviamente, eso se debe a que es el único ser con inteligencia superior del que tenemos una evidencia directa.

En el caso de los argumentos tipo diseño inteligente (antievolucionistas), al pretender aplicarlos como si fueran argumentos científicos explicativos de la realidad, vemos que se quedan en una nebulosa disusa. Al analizarlos de cerca nos encontramos que:

1-Ignoran totalmente los tres puntos previos iniciales.

-No se define el tipo de inteligencia a que se refieren. A veces parece ser Dios, pero otras parece algo difuso que podría incluir dioses, fantasmas, duendes o extraterrestres. No se refieren a la inteligencia humana, la única que conocemos, sino a una ambigua "inteligencia".

-No conocemos la existencia directa de los sujetos a los que sea atribuye esa inteligencia. Algunos hablan de Dios, pero otros ni lo definen.

-No sabemos qué productos podemos esperar fruto de esa o esas "inteligencias". Si no tenemos ni idea de quién o quiénes poseen esa inteligencia, mucho menos sabremos cómo se manifiestan y qué fabrican.

2-Como consecuencia, los dos pasos propiamente dichos para inferir diseño inteligente explicados al principio quedan mucho peor:

-Se basan sólo en algún parecido con los productos del ser humano, pero sin saber exactamente qué estamos comparando ¿Cómo defines si algo se parece mucho o poco a un producto humano?

El que dos personas al compararlas se parezcan no implica que sean hermanos o padre e hijo. Sólo sería una hipótesis o una suposición, pero nada que nos sirva como una demostración.

-No sabemos cómo serían los productos de esas inteligencias de forma que no podemos establecer ninguna comparación entre los productos artificiales de esas inteligencias y productos naturales que no generen ellas.

-No podemos saber en qué se parecerían o diferenciarían los productos de esas inteligencias de las del ser humano. Quizás puede haber cosas muy diferentes a las fabricadas por el ser humano e incluso así haber sido diseñadas por esa inteligencia.

-No podemos saber cómo se podrían diferenciar los productos artificiales o naturales teniendo en cuenta los productos de esas inteligencias.

Podríamos seguir exponiendo dificultades, pero me parece obvio que todo queda en una muy difusa y ambigua especulación.

Al pretender hacer pasar estos argumentos de diseño por ciencia, lo único que consiguen es confusión y desprecio o enfado de los que conocen un poco cómo funciona la ciencia.

Si queremos introducir el constructo "inteligencia" en ciencia como explicación de algo, tenemos que tener alguna experiencia directa con "el sujeto que" tiene esa inteligencia. En caso contrario,lo único que conseguimos es bloquear cualquier investigación científica posterior con una confusa idea de inteligencia, que no explica nada desde un punto de vista científico y resulta ser una "respuesta última".

¿Y por qué recurrir a la idea de "inteligencia" sería una respuesta última ?

Porque si a la pregunta ¿por qué son diseños los seres vivos?, respondemos que Dios (los dioses, los fantasmas o los extraterrestres) los ha hecho así, ya no tenemos nada más que investigar.

Mientras no tengamos acceso directo a los sujetos poseedores de esa inteligencia (Dios, dioses, ETs...), no hay nada más que preguntar. Estamos en el final, en una respuesta última. Hemos bloqueado cualquier investigación posterior.

¿Es pues totalmente inútil el argumento de diseño?

No lo creo. El desafío es usarlo en el contexto y nivel adecuado....

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